Descripción
Cuando alguien se calla se abren sus sentidos y su espíritu. Cuando alguien se calla, haciendo del silencio la piedra de toque de lo real, la cola del gato enuncia verdades universales. Y el horizonte nos da la mano. Y de pronto se vuelve a nacer. Y todos los trenes desembocan en el corazón propio. Y se asciende cuando se desciende y al revés. Cuando alguien se calla, en efecto, entiende el ser y el Ser mientras se desentiende del yo y del Yo. Un acto de humildad esencial que, al cabo, le regala el universo. Isa Solana se ha inventado el haiku-mantra (ese “cuando me callo” que se recita en la mayoría de los poemas), el haiku-rezo, el haiku-cuenta-de-rosario.
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