Descripción

No saber qué decir, aunque sea de una manera graciosa, trágica o bien o mal intencionada, no es lo mismo que tener algo esencial que decir. Hay poetas, sentenciaba Gabriel Ferrater, que saben qué explicar pero no saben cómo hacerlo y, al contrario, poetas que saben cómo pero no saben qué. Por una u otra razón, sé de muchos que tiraron la toalla. José Antonio Arcediano es un poeta de raza, de cuadrilátero, un encajador que sabe soltar un gancho en el momento decisivo, y duele, claro que duele. Para echar flores y decir que todo va bien, ya están los políticos y esos ingenuos que se llaman ganadores.

     Toda verdad es ocasional. A la larga, como aseguró Wallace Stevens, la verdad no importa. Pero algo tendrá el frío si es más que el frío y siempre es invierno cuando formulamos la pregunta.

     La poesía no es un género de ficción, habla de lo que nos sucede varias veces al día. Les aconsejo que, si no quieren compartir el misterio, no lean este libro, lean literatura, que también es bastante útil.

JORDI VIRALLONGA