Descripción
La materia chasca, se desvela, es impenetrable y duele. La materia es materia, es decir, el lugar del canto cuando éstese hace nudo de carne, el vértice de una erupción. María Salvador se coge de la mano de la Magdalena (y de una estatua, la de Pedro de Mena) y mira con sus ojos para dejar de tener miedo. Y para cavar en la tierra mientras busca indicios del cielo. Écfrasis del dolor iluminado, de la palabra hecha raíz, de la intemperie y sus monstruos. Poesía tallada en lo vivo.
JESÚS AGUADO
Valoraciones
No hay valoraciones aún.